"Piensa con el corazon y siente con el alma."

Esto más que ser una página blog, quiere ser un foro de discusión. Un lugar en la cual puedan gritar lo que por lo general no se puede en la jungla de concreto en la que vivimos. En esa jungla en donde los más cuerdos son considerados locos, porque el ser verdaderos y decir las cosas como son no es bien visto, ya que se rompe con un paradigma creado por la ambición y la envidia.

viernes, agosto 25, 2006

La Generación Sacrificada




Los cambios radicales que se han gestionado en el mundo desde los principios de éste, merecen un sacrificio, algo que pocas personas se han atrevido a hacer. La razón: ellos no disfrutarían de aquel logro. ¿ Estas dispuesto a ser parte de esa generación de sacrificio para hacer un cambio radical, profundo y humano en TU ciudad, en TU país, en Tu continente, en TU PLANETA?

"... Not a damn' thing, if a man can't fight", Por: Iván Paredes Tamayo


Un rabino y un sacerdote van a una pelea de boxeo. Cuando salen los contendientes al cuadrilátero, el rabino observa que uno de ellos se persigna, haciendo la señal de la cruz. Sorprendido, le pregunta al sacerdote… Porque, que significa eso?
Y el sacerdote le responde – “Nada, si un hombre no sabe pelear”.
- Tomado de: The Flight of the Phoenix

Lo que me llamó la atención en la historia que puse al principio, y que se relaciona con lo que quiero decir, es la frase final. En la lengua original, las palabras del sacerdote son mucho más elocuentes, el dice – “Not a damn’ thing, if a man can’t fight” -. Al principio, mi reacción fue reírme. Pero poco a poco, cuando volví a escuchar el relato en mi cabeza, y relacionarlo con las imágenes de la película que estaba mirando, me di cuenta de su significado real.

Aún las personas menos religiosas, hasta aquellas que se dicen a si mismas ateas, por lo menos una vez en su vida han mirado al cielo en señal de preocupación, o han pensado “Dios mío, ayúdame” o “Porque me pasa tal cosa, Dios”. Es una reacción casi instintiva, la de pedir protección a un ente superior.

Pero la fe por si sola no nos lleva a ningún lado y si en verdad, como hemos aprendido desde la niñez, existe un Dios, el simple hecho de encomendarse a Él no es garantía de nuestra protección.

Si el boxeador no demuestra sus habilidades sobre el cuadrilátero, lo más probable es que sufra graves contusiones, si no sube sus manos para defenderse, no hay poder superior o magia que haga los embates de su contrincante menos dolorosos.

En cada aspecto de nuestra vida puede aplicarse la misma conclusión, el Señor, o la entidad que gobierna nuestras acciones, no juega un papel determinante en las cosas que nos suceden. Siempre se habla de que las cosas son “Su voluntad” pero es en realidad la voluntad de Dios que haya sufrimiento, fracaso o desesperación en las vidas de quienes ha creado.

Cada persona ha recibido una “configuración de fábrica”, un juego de habilidades, destrezas, fortalezas y debilidades, que lo hace único, define su personalidad y le permite desenvolverse a lo largo de su vida con éxito. Son éstas herramientas las que van dando forma a su entorno, y gobiernan sus actividades. Es ahí donde se podría observar una voluntad superior. Todo lo que sucede desde el momento de nuestro nacimiento, en adelante, es producto de nuestras decisiones, y de las de nuestros padres.

Y cada experiencia, buena o mala es efecto de estas decisiones, y a la vez causa para nuevas opciones que deben ser tomadas. La manera de enfrentarse a ellas, y la capacidad de soportarlas, no tiene que ver con Dios, o con poderes superiores, sino simplemente con la entereza y la fuerza interior. No es una voluntad externa la que gobierna la vida como tal, sino más bien una voluntad interna, propia de cada ser humano, que lo mueve a la derecha o a la izquierda en la encrucijada, bajo su propio riesgo.

Si un hombre no puede pelear, está condenado. No me refiero a un enfrentamiento a punta de puños, sino a pelear por un ideal, por defender una opinión propia o seguir un sueño. Si existe, no es Dios quien decide lo que será de la vida de cada persona, sino cada uno, cada día. Celestialmente, solo recibimos herramientas y habilidades, y es ya aquí abajo donde cada uno construye su futuro con sus propias manos.

Siempre escuché una frase que se me ha grabado, “Dios no premia la inteligencia, pero si castiga la estupidez”. Y es cierto, la inteligencia es un don que hemos recibido, y hay que darle buen uso. Ya de por si, es un premio a la existencia. En cambio hacer estupideces, es decisión propia y sus consecuencias futuras, son efecto de no utilizar adecuadamente la inteligencia que nos regalaron.
Personalmente me gusta considerar los eventos de la vida cotidiana, así como aquellos que nos marcan profundamente, como lecciones para el futuro. No existen momentos buenos o malos, sino simplemente aprendizaje que nos prepara para situaciones similares, o peores. Si cabe el punto de vista pesimista.

Está en cada uno de nosotros levantarse cada mañana y hacer con las horas del día, lo que mejor nos parezca. Apoyo sinceramente la idea de creer en Dios, ya que, aún si no existe, si creer en algo superior que nos obliga a sacar lo mejor de nosotros y ser mejores, entonces bienvenido sea.
Pero el destino no hay que dejar que esta creencia se convierta en fanatismo, o tomar las cosas a la ligera, pensando que Dios va a evitar que las desgracias sucedan. Dios no salva, te da instintos de supervivencia. Dios no cura, pero le dio la capacidad al ser humano de desarrollar medicinas. Dios no enseña, pero puso en nuestro cerebro la capacidad de aprender.

Nadie va a ganar tus peleas por ti, así que es momento de levantarse y vivir!.

domingo, agosto 13, 2006

A propósito de la masacre a civiles en el Líbano, Por: Guido Ferretti



Desde que fue creada las Naciones Unidas, nació con ideales, valores, principios y virtudes que la hacían perfilarse como una organización justa para el cumplimiento de sus fines, sin embargo hoy vemos a propósito de la masacre a civiles en el Líbano, una falla sustancial y profunda, que creo es la que está pesando hoy en su lento accionar y poca eficacia para velar por la paz, a tal punto inclusive de poner en agonía al Derecho Internacional.

Considero importante entonces analizar lo que está haciendo daño a esta imprescindible organización, que ha logrado mucho pero que a la vez le falta muchísimo todavía por hacer, hoy más que nunca con el fenómeno del terrorismo y la forma en que se lo debe enfrentar, hoy más que nunca con la apocalíptica situación del medio ambiente, el crecimiento de la pobreza, de la sobrepoblación y de la migración. Cuestiones sobres las que debe haber un consenso de los países miembros.

En esta organización definitivamente seguirán pesando el acierto o desacierto que tengan en su política internacional los líderes de los países con poder de veto, sobre todo el de EEUU, pues no hay que negar que es el líder de este país el que gobierna el mundo de hoy.

Tan solo dos ejemplos de cómo la ONU pierde eficacia cuando una potencia decide actuar de manera unilateral en su política exterior.

1.- La mayoría de países del mundo toman en serio las investigaciones de los mejores científicos respecto al peligro de la humanidad por el daño ecológico y ambiental de nuestro planeta, EEUU no firma el tratado de Kyoto, más aún siendo ellos, según cifras de sus propios científicos el que más daño le está haciendo al mundo.

Dónde está la ONU, qué se logra en esta materia si el principal implicado en el daño y en la solución no quiere actuar. Hoy la misión número uno de esta organización debería ser salvar al planeta de una catástrofe ambiental sin precedentes, es el cambio climático y sus apocalípticas consecuencias. Recomiendo ver el documental An Inconvenient Truth así como las cifras de la propia organización.

2.- EEUU, después del ataque a las Torres Gemelas decidió que quiere acabar con el terrorismo con igual violencia o mayor, persiguiendo a estos fantasmas en terceros países, y con este pretexto, autorizando o legalizando para cualquier país aliado (Israel) el irrespeto al Derecho Internacional (invasión), los derechos humanos (torturas y prisiones clandestinas sin derecho a la legítima defensa) y la muerte de miles de inocentes (cada bombardeo o incursión mata diez veces más civiles que terroristas)…La violencia sólo va a generar más violencia y la injerencia en asuntos soberanos lo que va a producir es sólo rechazo y odio. Por cada civil inocente asesinado en Medio Oriente, cuántos nuevos terroristas nacerán.

Si revisan las resoluciones y el accionar de la ONU verán que la influencia directa de EEUU y de las grandes potencias, es lo que causa el efectivo accionar o la ineficacia de esta organización, razón por la que considero que un cambio fundamental debería ser el democratizarla, quitar el poder de veto de los países miembros de su Consejo, de tal forma que no dependamos del buen juicio de unos pocos seres humanos, o en su mayoría de casos como lo mencioné, del criterio de uno sólo, que en ocasiones actúan bien, otras mal pero de buena fe y otras por intereses económicos propios o de sus respectivos países.

Si todo país miembro de la ONU, sea este pequeño o grande tuviera el mismo peso que todos al hacer escuchar su voz y ejercer su voto, el accionar de esta organización además con una fuerza multinacional que responda únicamente a ella y no a determinados países, le daría la suficiente coercibilidad para hacer cumplir sus resoluciones y poner orden en el mundo, sobre todo con el peso suficiente para que no se objete su correcto accionar.